I fuochi d'artificio

Fuegos artificiales

Los fuegos artificiales han fascinado a generaciones enteras de entusiastas y no entusiastas durante siglos. Hay infinidad de tipos, ya que el único límite lo pone la imaginación del pirotécnico que los crea (cumpliendo las normas legales pertinentes). Básicamente, los dispositivos pirotécnicos se dividen en dos grandes familias:
incendios en el suelo y incendios en el aire.
Los incendios terrestres son incendios diseñados para operar a nivel del suelo. Generalmente tienen un efecto luminoso (como molinetes, fuentes, cascadas pirotécnicas) o sonoro (como petardos y estruendosas baterías de honor). Utilizados para espectáculos callejeros, especialmente en el sur de Italia, permiten crear coreografías pirotécnicas incluso en lugares donde no es posible disparar los mayores fuegos artificiales aéreos.


Los fuegos aéreos son precisamente fuegos diseñados para funcionar en el aire, una vez alcanzan una determinada altura desde el suelo, mediante una carga de lanzamiento en el caso de los artefactos de mortero o mediante una carga propulsora en el caso de los cohetes. En particular, los artefactos de mortero, los más utilizados en la pirotecnia italiana, se dividen en otras dos grandes categorías: bombas cilíndricas y bombas esféricas. Las bombas esféricas tienen forma esférica y crean aberturas perfectamente circulares en el cielo. Las bombas cilíndricas, en cambio, pueden tener efectos de lo más dispares e incluso contener en su interior otros fuegos artificiales que explotan o se abren según el caso. Los pirotécnicos napolitanos han perfeccionado hasta tal punto sus conocimientos sobre las bombas cilíndricas a lo largo de los años que han conseguido crear bombas de múltiples aperturas que se han hecho famosas en todo el mundo. Las bombas disparadas.
Se trata de bombas de gran calibre que son increíblemente largas y capaces de crear múltiples aberturas cronometradas una vez que alcanzan cierta altura.

Así, los fuegos terrestres y aéreos dan al pirotécnico la posibilidad de planificar cualquier tipo de espectáculo, incluso combinando los dos tipos de fuegos para crear espectáculos tierra-aire, creando sensacionales efectos coreográficos y sonoros.